
Un pequeño puente
Una mujer se instaló al otro lado del río.
No podía ignorar su presencia.
Le resultaba sumamente odiosa.
Una noche se puso las botas de agua y se dirigió hacia su cabaña.
Entró sigiloso para no despertarla, y a los diez segundos estaba fuera.
Necesitaba una disculpa, así que se llevó unas fresas de su huerto.
La noche siguiente, ella cruzó descalza y le robó un cordero.
Poco a poco construyeron un pequeño puente.