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Trilogía del ermitaño. Parte 2

Un tamaño razonable

Trabajó de sol a sol durante meses. Taló árboles para hacer leña y construir una valla. Compró ovejas y gallinas, plantó un pequeño huerto.

Cortó más leña, amplió el huerto, la valla y los corrales, compró más animales, reformó la cabaña.

Siguió ampliando sus dominios hasta que cayó enfermo y se vio obligado a descansar.

Al recuperarse, dejó de cortar leña, derribó las vallas y los corrales, vendió casi todos los animales, redujo el huerto y la cabaña a un tamaño razonable.