
En el primer cuatrimestre se quejaron porque les habían exigido demasiado; en el segundo, porque les habían exigido demasiado poco.
–¿En qué quedamos? –les preguntó su tutor en la última clase.
–¿Perdona? –respondió una alumna indignada–. ¿Sería mucho pedir un término medio?
El profesor les invitó a que concretaran un poco. Nadie supo darle una respuesta.