
Carlos Rodríguez reclinó su asiento hacia atrás. Pablo García le pidió devolverlo a su posición, a lo que aquel replicó que Miguel Pérez estaba igualmente reclinado, cosa que este negó.
Quisieron que yo interviniera. Aunque les tenía justo detrás, utilicé el micrófono:
–Señores pasajeros, ¿pueden dejar de comportarse como niños?