Cristóbal se revuelve de rabia en su asiento. La pareja de delante habla de ir a casa de un tal Carlos en cuanto aterricen. ¡Una reunión de doce personas! ¡En plena pandemia! En el colmo del descaro, la chica no para de mirarle de reojo y en actitud amenazante. “A la próxima que me mire, les echo el puro”, se dice Cristóbal. “¡Ya lo creo que les echo el puro!”.
La chica gira la cabeza y, antes de que Cristóbal abra la boca, le suelta:
–¿Podría ponerse la mascarilla, señor? ¡Estamos en plena pandemia!