Este fin de semana celebré mi cumple porque el 14 de marzo cumplí 10 años. Fue un cumple genial, el mejor cumple del mundo porque soy la niña más feliz y más suertuda del mundo. De mi clase vinieron Pablo Gómez, Kevin y Noemí. Yo quería invitar a toda la clase y también a la profe de lengua y al profe de música, pero mi mamá me explicó que si invitaba a mucha gente ella tenía que preparar mucha comida y que este mes no tenía dinero porque me había comprado mucha ropa. Yo le dije que vale y que por favor invite a mi papá y mi mamá le invitó porque es genial y porque me quiere muchísimo. De adultos vinieron mi mamá, Carlos, mi papá, Luan, mi tío José y Alison, que creo que es mi nueva tía.
Vino a recogernos a la academia el papá de Pablo Gómez, que se llama José Luis. Me regaló una bolsa de chuches y Pablo Gómez se quejó y yo las repartí con todos. Mi mamá nos dijo que podíamos ir solos en el metro, pero José Luis dijo que él quería llevarnos y mi mamá dijo que vale. José Luis me preguntó si siempre iba sola en el metro y yo le dije que sí, que cuando cumplí 9 años mi mamá me dijo que ya era mayor para volver sola a casa. Después me preguntó por qué no venían mi mamá o mi papá a recogerme y yo le dije que porque trabajan mucho y porque mi papá vive con Luan en otra casa, lejos de la casa de mi mamá. ¿Y no te da miedo ir sola? No porque antes iba con Pedro, el profe de la academia que antes dormía en casa pero ahora ya no y después mi mamá me enseñó un truco genial.
El truco de mi mamá era sentarme al lado de una mujer adulta o de un hombre adulto (mi mamá me dijo que mejor una mujer) que tuviera cara de buena persona y tenía que empezar a hablar con ella. Mi mamá me dijo que así haría muchos amigos ¡y tenía razón! Ya nunca vuelvo sola a casa, siempre me encuentro con alguno de mis amigos del metro y es genial. Mi mamá dice que los amigos son lo más importante, que ella lo sabe porque tiene un montón de amigos y siempre la invitan a cenar y la llevan a sitios guais y a veces también me invitan a mí. José Luis me dijo que soy una chica muy valiente y Pablo Gómez se puso envidioso otra vez y le gritó a su papá que él era mucho más valiente que yo porque yo soy una chica y él es un chico. José Luis giró el volante muy rápido a la derecha y luego a la izquierda y le pitaron dos coches. Luego dijo que los dos somos muy valientes y Kevin le preguntó si él también era valiente y José Luis le dijo que sí y que Noemí también era valiente. Los cuatro sois muy valientes, los cuatro, y siguió conduciendo hasta que llegamos a mi casa.
Cuando llegamos a mi casa nos abrió la puerta Rubén el portero. Le pregunté si mi mamá había llegado ya y José Luis puso una cara como cuando tienes hipo y te dan un susto. ¿Dónde va a estar tu mamá, Viviana? Muchos días cuando llego del cole mi mamá no está y yo me quedo en la cabina de Rubén jugando con unos álbumes de cromos que tenía él cuando era pequeño y que son geniales y para mi cumple me regaló uno. José Luis miró a Rubén y Rubén le dijo que soy una chica muy buena y con mucha curiosidad y que le encanta pasar tiempo conmigo. Se quedaron hablando y mis amigos y yo nos fuimos corriendo al ascensor. Nos empezamos a empujar y gritamos mucho y como el ascensor no funciona subimos por las escaleras.
Pablo Gómez empezó a llamar al timbre de mi casa hasta que nos abrió mi mamá. Carlos estaba sentado en el sofá. Estaba bebiendo cerveza y comiendo Lays receta campesina y estaba viendo un partido de baloncesto. Mi mamá les dijo a los niños que vayan a mi cuarto y me dijo que quería hablar conmigo. Me contó que mi papá había llamado para decir que no podía venir y me puse muy triste. ¿En serio mamá? ¿Pero por qué? ¡Si me dijiste que iba a venir! Tu papá ya no tiene tanto tiempo para verte Vivi. ¿Pero no le necesitamos a que no? Carlos va a preparar unas patatas, unos sándwiches y unas Coca-Colas. Yo le dije en voz baja mamá prepáralos tú porfa, es que Carlos no sabe preparar sándwiches. Porfa, porfa, porfa… Mi mamá me dijo que iba a preparar ella la merienda y me puse muy contenta y me fui a jugar a mi cuarto con mis amigos.
Empezamos a jugar con el barco pirata de Playmobil que me lo regaló mi papá el año pasado. Pensé en mi papá y me puse un poco triste, pero mi mamá dice que no tengo que estar nunca triste porque las niñas tristes no tienen amigos ni las invitan a sitios guais y me puse contenta rapidísimo. Hicimos dos equipos y jugamos a que unos eran los piratas que atacan el barco y otros los piratas que defienden el barco. Empezamos a discutir porque ganamos las chicas y Pablo Gómez dijo que las chicas no pueden ganar a los chicos. Entonces mi mamá entró en la habitación y dijo que la merienda estaba preparada y fuimos a merendar.
Empezamos a merendar y después llamaron al timbre. Yo me puse suuuuuupercontenta porque escuché la voz de mi papá. ¡Es papá! Fui corriendo a la puerta. ¡Sabía que iba a venir! ¡Era una sorpresa para mi cumple! ¡Muchas gracias mamá! Abracé a mi mamá y llegó Carlos y me dijo que quería abrazarla él y la abrazó de la cintura. Estábamos todos en la puerta y casi no cabíamos. Abrí la puerta y estaban papá, Luan, mi tío José y Alison, que creo que es mi nueva tía. Todos me abrazaron y me preguntaron si lo estamos pasando bien y me dieron un regalo, y el regalo era la isla desierta de Playmobil. Les dije que muchas gracias y luego Noemí me preguntó en voz baja si eran mis hermanas y Kevin empezó a reírse. Los adultos se metieron todos en la cocina y cerraron la puerta y los niños nos fuimos a ver la tele.
Luego salieron de la cocina y los niños estábamos en el sofá viendo la tele y los adultos estaban todos muy serios. Mi papá me dijo que tenían que irse pero que el domingo de la siguiente semana iban a llevarme a comer al Burger y luego al cine para que pudiera celebrar mi cumple dos veces. Pablo Gómez me dijo que qué morro, que era una suertuda y que él también quería tener dos cumpleaños. Mis amigos empezaron a decir que era una suertuda y yo me puse muy contenta y pensé que soy la niña más suertuda del mundo. Se fueron los adultos que no viven en mi casa y Carlos nos quitó el mando y puso un partido de balonmano. Mi mamá nos dijo que vayamos a la habitación y nos fuimos a la habitación.
Abrimos la caja de la isla de Playmobil y lo montamos y empezamos a jugar con la isla y con el barco. Ahora los chicos atacaban la isla con el barco y las chicas teníamos que defender la isla. Los chicos dijeron que habían ganado ellos y las chicas dijimos que vale. Luego empezamos a mirar el álbum de cromos que me regaló Rubén el portero. Nos hacía muchísima gracia cómo iban vestidos los jugadores antiguos y los pantalones tan cortos que llevan.
A las 9 llamaron otra vez al timbre y yo salí corriendo porque pensé que era mi papá otra vez. Pero era José Luis, el papá de Pablo Gómez, y venía a recoger a todos mis amigos. Nos preguntó si lo hemos pasado bien y si había soplado las velas. Le dije que mi madre no compra tartas porque son carísimas y te dejan el culo gordísimo y además yo soy mayor para soplar las velas. Pablo Gómez le dijo que él también quería tener dos cumples y su papá le dijo que ya veremos y que no empiece. Pablo Gómez se puso a llorar y después Carlos me dijo que ese niño es un mariquita y que me tengo que buscar amigos menos mariquitas y más hombres. Mi mamá le gritó cállate y Carlos se sentó en el sofá y subió mucho el volumen de la televisión y yo pensé que nos íbamos a quedar todos sordos. Luego bajó el volumen y mi mamá me acompañó a mi cuarto y me preguntó si lo había pasado bien y le dije que genial, que había sido un cumple suuuuuperdivertido, el mejor cumple del mundo.
Luego se hizo de noche y yo me tumbé en la cama y pensé en mi segundo cumple y pensé que soy una suertuda porque puedo celebrar dos cumples. Mi mamá y Carlos están jugando en la habitación de mi mamá porque los adultos solo juegan cuando se hace de noche y los niños estamos durmiendo. Por eso yo no quiero ser adulta, porque yo quiero ser siempre una niña y jugar por el día y por la noche y celebrar mi cumpleaños todos los días.