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Democracia

–Tendré que repararles la junta de la culata.

–Respeto su opinión –responde el dueño del vehículo–, pero yo creo que es la bomba de combustible.

–No es una opinión, señor. Soy mecánico.

–Coincido con mi marido.

–¡Yo soy el mecánico, señora!

–¿Está haciéndole mansplaining a mi mujer?

–Tranquilo, cariño. ¿Acaso no vivimos en democracia?

Humillado por el resultado de la votación, Cipriano se dirige a por el talonario de facturas. Encuentra al hijo de la pareja sentado en la silla de su despacho.

–¿Crees que es peligroso fumar en un taller, chaval?

El niño sacude la cabeza. Cipriano vota en blanco y echa mano del paquete de cerillas.

UNA NOVELA SOBRE MOCHILEROS EN EL SUDESTE ASIÁTICO: DEL HEDONISMO SIN LÍMITES A LA ESPIRITUALIDAD DEL VIPASSANA Y EL BUDISMO