Genialidad
Mis compañeros de grada se desgañitaban insultándole. Yo también gritaba, aunque sin creer en ello, de forma irónica. Me divertía dejarme la voz como aquellos energúmenos. Llovieron muchos objetos, entre ellos una cabeza de cochinillo.
Muerto de envidia por la genialidad, lancé la botella de J&B y me fui derrotado.