Saltar al contenido

Autodidacta

En solo un año aprendió, de forma totalmente autodidacta, cómo funciona una sucursal bancaria. Sus tareas eran variadas, y todas las desempeñaba con solvencia: realizar ingresos y facturas, gestionar préstamos e hipotecas, asesorar en materia de inversiones, solucionar problemas informáticos…

Su nombramiento como cliente del año estaba más que justificado.